La agricultura sostenible es una actividad que tiene como principal objetivo promover la salud del ecosistema, además de apoyar la gestión sostenible de los recursos naturales y de las tierras fértiles, así como evitar las acciones de la agricultura tradicional.

Uno de los objetivos más importantes de la agricultura sostenible es garantizar la seguridad alimentaria del mundo, así como promover ecosistemas saludables y apoyar la gestión sostenible en la tierra, el agua y los recursos naturales.

De igual forma, la agricultura sostenible se encarga de proteger el medio ambiente y evita que los productos afecten negativamente los ecosistemas o a la preservación de la tierra fértil.

Cuatro retos de la agricultura sostenible

Lograr la rentabilidad económica

El principal reto de una agricultura sostenible es conseguir que se puedan compatibilizar los objetivos de conservar el medio ambiente con la viabilidad económica de cada propuesta, para lograrlo es necesario que los alimentos deben tener los niveles máximos de calidad, así como el aspecto, el sabor y el valor nutritivo del mismo.

Es importante hacer un uso eficiente de los recursos naturales tratando de conservar al máximo posible el agua, el suelo en el que se practica la agricultura y las diferentes fuentes de energía.

Gestionar todos los residuos

La mayoría de las explotaciones agrícolas generan algún tipo de residuos y una mala gestión de estos produce un impacto negativo en el medio ambiente y algunos de estos residuos tardaran muchos años en degradarse, por lo que dañara la flora y la fauna.

Por consiguiente, es importante aplicar los procedimientos adecuados y promover el reciclado y el retorno de estos desechos a la naturaleza.

No asociar el crecimiento económico con la contaminación

El calentamiento global es una realidad completamente indiscutible, por lo que otros de los grandes retos de una agricultura sostenible es tratar de buscar otras opciones con que asociar la actividad económica de una comunidad.

Por consiguiente, la agricultura sostenible es esencial para evitar el consumo innecesario de energía y la implementación de técnicas agro sostenible para la optimización de cada uno de los recursos sin causar mayores desperdicios.

Lograr que la transición a la sostenibilidad sea fluida

El objetivo de una agricultura sostenible es que su modelo de cultivo sea viable y al mismo tiempo rentable, para ello es necesario tener en cuenta los siguientes puntos:

Reciclar los nutrientes: hay diferentes técnicas de cultivo para aprovechar los nutrientes del suelo, entre ellos el compostaje, esta suele ser una de las técnicas eficaces de los suelos y reducen al mínimo la pérdida de los nutrientes.

La rotación de los cultivos: es una técnica que consiste en las nuevas plantaciones y que ayudan a restablecer los nutrientes del suelo que consumieron anteriormente logrando un bucle natural del proceso.

Control de plagas y de enfermedades: este control consiste en el estudio preciso de los mismos para prevenir estas enfermedades en el mayor tiempo posible, evitando así su propagación y minimizando alguno de sus efectos.

Finalmente, para promover la agricultura sostenible es necesario conectar con los pequeños agricultores, estimular el conocimiento de los productores y fomentar la conservación de estos espacios naturales.

 

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